La prostituta

Camino por las sucias avenidas
traumatizándome en cada vidriera
portando casi nada, pero un disfraz al fin
que me señala como el objeto a consumir..
Vender y comprar, consumir y desperdiciar...
Enredada en la vorágine de los pobres excluidos
tengo la boca con sed, y mis axilas ni siquiera huelen bien.
Busco por todos lados
y no encuentro
lo que tengo que encontrar
¿A dónde continuar?
Y si lo hago, ¿cómo poder escupir antes de ver que lo que busco no va a estar?
¿A dónde va a estar la libertad?,
cuando en el camino a su búsqueda siga absorviendo
la cotidianeidad, siga bebiendo un poco más de pudor,
siga tomando
un poco más de coraje
para darme cuenta de que aun faltaban milenios y vidas
y nuevas realidades
¿Cuándo es el día en el que la nueva realidad sea la OTRA?